“En el SENA se forman los jóvenes líderes del país”

Entrevista a Jaime Calderón Mosquera   Representante de los Aprendices del Centro de Formación Agroindustrial     Por Marcos Fabián Herrera Área Transversal de Comunicación Con una propuesta que hizo de la participación estudiantil el pilar fundamental de su campaña, Jaime Calderón Mosquera se erigió como representante de los aprendices. En un debate que concitó la atención de todos los estamentos del centro de formación y luego de unos febriles y agitados días de proselitismo, éste aprendiz de la tecnología de Gestión de recursos Naturales obtuvo un amplio respaldo en la urnas. Su concepción sobre el liderazgo y las rutas que se deben tomar para propiciar la deliberación pública y el diálogo ciudadano, son algunos de los temas tratados en ésta conversación.

Jaime Calderón Mosquera   Representante de los Aprendices del Centro de Formación Agroindustrial

¿En qué momento de su vida asume su condición de líder y se descubre como abanderado de proyectos colectivos? Siempre he sido una persona con los pies  en la tierra, resalto los valores en cualquier persona y soy muy abierto a escuchar y a aprender de las personas que me rodean. Siempre reclamo, pregunto o cuestiono, partiendo de esto, es que pienso que la gente ve en mí cualidades de líder y son ellos, los aprendices en este caso, los que me han sugerido que los represente. No es que yo me haya descubierto, es simplemente la necesidad de una comunidad que me ha llevado a ser el vocero de sus pensamientos. ¿A su juicio, qué condiciones debe reunir quien asuma la iniciativa de encauzar propuestas y acciones solidarias? Debe ser una persona con conciencia social, que sepa escuchar y sapa dar soluciones de tal manera que todas las personas que dependan de él estén conformes o en el peor de los casos que las afecten en lo más mínimo posible;  hay que tener mente abierta para aprender cada día de todas las personas con las que compartimos. Para ser líder hay que ser en esencia humilde, respetuoso y responsable.

¿Cómo concibe el liderazgo en tiempos en los que reina el descreimiento y la apatía en los jóvenes? Hay que ser joven, no en apariencia sino  en pensamiento, hay que escucharlos, hablarles, reírse con ellos, respetar sus pensamientos principios y filosofía, darle la oportunidad y ofrecerles confianza, hacerles saber que ellos no son el futuro sino el presente; de esta forma nos ganamos la credibilidad. No es descreimiento ni apatía, es simplemente falta de comprensión a una generación que ha dado un salto inmenso por las condiciones sociales, económicas y hasta tecnológicas que ha sufrido este planeta. ¿Qué potencialidades ha advertido en los campos de la asociatividad y trabajo comunitario en los aprendices del CEFA? Como ya he dicho los muchachos en general tienen un potencial de desarrollo alto. He visto una admirable capacidad de trabajo en equipo en todos los programas de formación del centro. ¿De qué manera despertar el entusiasmo en la juventud por la participación y las causas comunes? Con educación, pedagogía e incentivos. Hay que cambiar el método del castigo por el del premio; poner una meta que para quienes la alcancen sean reconocidos  públicamente. Así la gente rendiría y estarían más conformes, formando personas que obtengan metas a través de sus propios esfuerzos. ¿Cómo valora la presencia de la juventud en la solución a las problemáticas más acuciantes en el escenario nacional y regional? Es muy buena desde el punto de vista que hay ideas frescas, acorde con los cambios del planeta. Para una participación deliberativa y plural de la juventud, debemos cambiar el esquema educativo y la mentalidad de subdesarrollo que nos han venido inculcando poniéndonos el estigma de lo imposible para todo. Esto hay que resaltarlo al SENA, que se ha dado a la tarea de formar jóvenes líderes.